Estás en medio de la organización de la boda y tu madre empieza a preguntarte que cómo la llevas, con qué estás y si necesitas ayuda.
Tú, como buena hija que eres, te pones a explicarle cómo vas, que has pedido presupuesto a varios fotógrafos, que estás pensando poner un videomatón, que aún no tienes vestido pero vas a mirar de colección de un diseñador que te gusta, que aún estás pendiente de ver con cuál os quedáis de los catering, que tienes una carpeta de guardados en Instagram…
Y ahí empieza la retahíla de comentarios sobre cuánto te gusta complicarte la vida, con lo fácil que fue organizar su boda, que mire usted que es que no puede ser tan difícil y demás.
[Inserta aquí tu cara de me lo dices o me lo cuentas]
Juguemos a las 7 diferencias
Y para que veas que tienes razón, te proponemos el juego de las 7 diferencias para confirmar que efectivamente, en las bodas todo ha cambiado tanto desde que se casó tu madre que cualquier parecido es pura coincidencia.
1. La ceremonia es la parte importante de la boda vs la celebración es la parte importante. Antes el peso lo tenía la ceremonia, ahora una boda sin celebración es como si no te hubieras casado. A ver, que sí que te casas, que es lo que mueve a tus invitados a ir a celebrar contigo, pero tanto la ceremonia como la celebración tienen un peso dividido en tu gran día.
2. El menú te lo ponen en el sitio (normalmente un hotel) y no hay que elegir nada más vs puedes personalizar menú, minuta, mesero, mantel, silla y hasta vajilla. La personalización máxima de todo lo que hay en la boda ha cobrado mucha importancia, y no queremos decir que sea mejor, pero al menos te dan opciones y puedes elegir qué te gusta y qué no.
3. El detalle típico de recuerdo que ponga el enlace y la fecha vs un detalle práctico que los invitados puedan usar incluso en el mismo momento de la boda. Tema detalles siempre es igual a debate asegurado porque no solo tiene que ser bueno, bonito y barato, sino también ser práctico, y conseguirlo es un poco Odisea. Y claro, tu madre solo piensa: cualquier cosita vale.
4. Que la novia vaya guapa y a la moda vs que la novia tenga un vestido que refleje su personalidad y estilo, que es lo que la hace estar guapa. Aquí ya empieza el festival de lo que te sienta bien, con lo que estás cómoda, cómo puedes mezclar tu vestido con complementos para crear tu look de novia, el peinado, maquillaje, tu ramo… Todo sirve para reflejar tu personalidad, ¡hasta el color de uñas elegido! Y vas a brillar, seguro. No por seguir unas reglas no escritas sobre cómo debe ir una novia estarás más guapa.
5. Regalos de los invitados en forma de ajuar para la casa y sobres de dinero vs transferencias, Bizum y listas de bodas. Ahora la tecnología ha hecho que nos libremos de recibir vajillas y toallas premium que luego no se usan nunca en favor de recibir dinerito fresco de los invitados en cualquier formato. Y luego vosotros ya decidís en qué lo gastáis, que es bastante más práctico.
6. Boda corta sin apenas cocktail y una o dos horas de fiesta vs cocktail largo y fiesta que no baje de las 4 horas que se nos hace corta. Los tiempos de las bodas han cambiado, ¡afortunadamente! Nos gusta la posibilidad de poder disfrutar de más horas de tu maridi, tus invitados, tu familia, porque el día de la boda se hace taaaaaan corto que necesitaríamos cada vez más horas si algún día el cuerpo lo aguanta.
7. La boda la tienen que disfrutar los novios vs la boda la tienen que disfrutar los invitados y los novios. Antes todo iba de sota, caballo y rey para que los protagonistas vivieran su celebración de una manera estándar porque nadie les preguntaba si les gustaba cambiar algo. Ahora, las bodas gymkana están a la orden del día (tampoco decimos que es como deben ser). O al menos se tiene en cuenta a tus cientos de invitados para saber qué les gustaría vivir a ellos también para que el disfrute sea para el máximo de personas posibles.
¿Se te ocurren más diferencias entre las bodas de hace 30-40 años y la tuya? ¡Te leemos!
